Garantizar el bienestar y la dignidad mediante la solidaridad: quien tiene más que pague más.
Lucha contra el fraude fiscal y reforma fiscal para un sistema más justo y equitativo y que nos iguale a la media europea.
Cambio de modelo de desarrollo orientado a la creación de empleo de calidad, basado en la investigación y la innovación.
Defensa de los servicios públicos como lucha por la igualdad y la justicia social.
Educación de calidad y universal en todas las etapas de la vida.
Aplicar la ley de la dependencia de manera integral para garantizar la dignidad personal y también como motor de empleo.
En el País Valenciano sufrimos el drama del paro con mucha más virulencia que nuestro entorno, España y Europa. Esto es a causa de que, con el agravante de la crisis mundial en la que nos encontramos, la nuestra es una crisis autogenerada que viene marcada por años de especulación inmobiliaria, monocultivo del ladrillo y despilfarro de recursos en proyectos faraónicos y sin sentido.
Necesitamos un cambio de modelo que siente las bases de un empleo de calidad para no repetir los errores del pasado. Y este cambio pasa por cuatro ejes: la solidaridad, el bienestar, la innovación y la educación.
Tenemos una tasa de paro tan alta que tenemos de compararnos con países como:
En una situación de crisis en la que hay más de un 20% de valencianos y valencianas en riesgo de exclusión social, es el momento más que nunca de la solidaridad entre las personas para salir adelante y garantizar la cohesión de una sociedad de progreso.
Fiscalidad justa y solidaria
Hay que aligerar la presión fiscal sobre las personas corrientes. Estamos viviendo un aumento de la presión fiscal sobre la mayoría de la población a través de la aplicación de nuevas tasas impositivas y al mismo tiempo están reduciéndose las prestaciones en Educación, Sanidad... Por contra, hay un fenómeno, favorecido por las políticas del PSOE y el PP, de insolidaridad por parte de las economías con más renta que han visto desaparecer impuestos que las grababan. La vía de solución es una fiscalidad justa y solidaria donde todos colaboramos en función nuestros ingresos.
Reforma fiscal. Para un sistema más justo y equitativo que nos iguale a la media europea. Proponemos grabar los niveles más altos de renta, establecer un nuevo impuesto sobre la riqueza.
La lacra del fraude fiscal
El fraude fiscal en el estado español se calcula que se encuentra entre el 20 y el 25% de la recaudación, el doble de la media europea y, más o menos, equivale a la inversión en Sanidad.
Los recortes de personal de la administración pública -los maestros, las enfermeras- son, además de injustos, un error, porque esas personas ahora cobrarán el paro que también cuesta dinero a la administración pública por no trabajar. La Generalitat los quita de la nómina pero pagamos el doble: con impuestos para pagarlos y con unos servicios más precarios.
Además, quien tiene que crear trabajo son las empresas, las privadas y las públicas. Y para que haya demanda de mano de obra tiene que haber actividad comercial y dinero en la calle.
Retirada de la reforma laboral. Recuperar la edad de la jubilación generalizada a los 65 años y de los 35 años de cotitzación para acceder al 100% de la base de cotización.
Jornada laboral de 35 horas, tal y como se aplicó en Francia con buenos resultados, para repartir y crear más empleo. Salario mínimo interprofesional equivalente al 60% del salario medio.
Aplicación de la ley de la dependencia como garantía de la dignidad de la persona y para crear empleo.
La ley de la dependencia está paralizada en el País Valenciano
Las PYMEs suponen más del 70% del empleo total; es por eso que necesitan un trato y apoyo especial, ya que son, de manera destacada, la primera fuente de empleo y riqueza del País Valenciano.
Hay que acabar con los impagos de la administración. La morosidad pública es especialmente grave por la indefensión a la que somete a las empresas. Muchas empresas bien saneadas han tenido que cerrar por culpa de los impagos.
El eje mediterráneo es vital porque la industria valenciana dispone de las infraestructuras necesarias para su internacionalización. Ahora bien, su desarrollo, una vez la UE lo ha incluido en los proyectos prioritarios, corresponde al gobierno español. PP y PSOE siempre han apostado por un modelo radial y centralista, por lo que no nos fiamos nada de la fe de los nuevos conversos. Garantizaremos que todavía no padezcamos más retrasos históricos.
Es necesario garantizar la conexión y vertebración ferroviaria del País Valenciano. Priorizaremos el transporte de mercancias ferroviarias. Hay que apostar fuerte por unos ejes de cercanías fuertes. El área desde Dénia a Alicante, por ejemplo, es la mayor conurbación europea sin ferrocarril de cercanías.
Incrementaremos los presupuestos para I+D+i homologándolos a la media europea y se establecerá una prioridad para las iniciativas atrevidas que suponen un valor añadido de creación de nuevos nichos y áreas de empleo.
Un sistema educativo público fuerte y de calidad es la garantía de cohesión social y de igualdad de oportunidades.
Creación de una red pública de guarderías de 0 a 3 años que garantice cubrir el 100% de la demanda.
Destinaremos al gasto público educativo por lo menos el 7% del PIB en esta legislatura, destinando un 6% del PIB a la Enseñanza Superior.
Equiparación con los países europeos más desarrollados en el gasto dedicado a becas y ayudas al alumnado universitario, con un sistema de carácter generalizado de becas que posibilite completar los estudios sin obstáculos derivados del origen social y económico, mediante becas-salario y la rebaja de las tasas universitarias a su punto anterior a la reforma de Bolonia.
Generalizar la formación hasta los 18 años, ampliando la FP y abriendo nuevas modalidades formativas que permitan simultanear estudio y trabajo remunerado antes de la incorporación plena al empleo además de reorientar los planes de estudio y la formación ocupacional hacia el sector de la energía y la protección del medio ambiente.